A medida que aumenta la concienciación sobre la salud de la gente, Freidora de aire doméstica se ha convertido en un poderoso asistente para preparar comidas saludables bajas en grasas.
Las freidoras domésticas utilizan tecnología de circulación de aire caliente para cocinar los alimentos. Utiliza un potente ventilador para hacer circular aire caliente rápidamente en la olla, haciendo que la superficie de la comida quede crujiente sin usar mucho aceite como la fritura tradicional. Esto reduce fundamentalmente el contenido de grasa en los alimentos y reduce los riesgos para la salud de las personas debido a la ingesta excesiva de aceite, como la obesidad y las enfermedades cardiovasculares.
Al usar una freidora, puede elegir una variedad de ingredientes saludables. Por ejemplo, las verduras como el brócoli, la zanahoria, la calabaza, etc., son ricas en vitaminas, minerales y fibra dietética. Cocinar en una freidora puede retener más nutrientes. También existen carnes magras, como las pechugas de pollo y la carne magra de ternera, que tienen un bajo contenido en grasas. Después de ser procesados en una freidora, no solo son deliciosos, sino que también satisfacen las necesidades proteicas del cuerpo.
Durante el proceso de cocción, basta con rociar una pequeña cantidad de aceites saludables, como aceite de oliva, aceite de linaza, etc., uniformemente sobre la superficie de los ingredientes para aumentar el sabor de la comida. Generalmente, la cantidad se controla en 1-2 cucharadas. En comparación con los métodos de fritura tradicionales, la cantidad de aceite utilizada se reduce considerablemente.
Las freidoras también pueden reducir la generación de sustancias nocivas. En el proceso de fritura tradicional, las altas temperaturas harán que los alimentos produzcan sustancias nocivas como la acrilamida, mientras que el método de cocción con bajo contenido de aceite de las freidoras reduce la generación de dichas sustancias y es más beneficioso para la salud.
Además, las freidoras son fáciles de operar y se calientan rápidamente. El tiempo de cocción de la mayoría de los alimentos es de unos 10 a 20 minutos, lo que es adecuado para los estilos de vida modernos y acelerados. Después de la cocción, sus piezas desmontables son fáciles de limpiar, evitando la acumulación de grasas y restos de comida, y asegurando la higiene de la siguiente cocción.